Así como todos tenemos atributos únicos que nos diferencian y nos hacen reconocibles; las marcas y las empresas también necesitan una identidad visual que les permita destacarse. Un buen ejemplo es esa escena de Madagascar dónde Marty la Cebra, se confunde con las demás cebras del campo, eso lo hace sentir mal y siente que simplemente no es importante, ya que hay cientos iguales a él.
Sin una imagen clara y bien definida, ¿Cómo esperar ser reconocido en un mercado saturado de marcas? La importancia de una identidad visual bien elaborada no puede ser subestimada, si se hace de manera consciente y bien, esto puede facilitar el proceso de atraer y convertir clientes de manera efectiva.
Por otro lado, una identidad visual débil o poco profesional puede pasar desapercibida. A continuación veremos un poco más de qué trata todo esto.
Bien, piénsalo de esta manera. La identidad visual es como el rostro de tu marca, es la primera impresión que transmites al mundo. Es la combinación única de elementos visuales que define quién eres como marca y cómo te presentas ante tu audiencia.
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Es común confundir la identidad visual con el branding, pero hay una distinción entre ambos conceptos. Mientras que la identidad visual se centra en los aspectos visuales tangibles de tu marca, como el logo, los colores, las tipografías y los elementos gráficos, el branding abarca un espectro más amplio.
El branding incluye la voz de tu marca, su personalidad, sus valores y la experiencia que ofrece a sus clientes. En resumen, la identidad visual es una parte integral del branding, pero el branding va mucho más allá de lo visual.
Imagina que estás caminando por un centro comercial, estás atravesando un pasillo con cientos de productos a tu alrededor, ¿Qué es lo que te llama más la atención a primera vista? Probablemente, sea aquel producto con un empaque llamativo, colores vibrantes y diseño diferente a los demás.
Esa es la magia de una identidad visual bien construida: captura la atención, crea reconocimiento y establece una conexión emocional con tu audiencia. Además, una identidad visual coherente y sólida transmite profesionalismo y confianza, lo que puede influir positivamente en la percepción de tu marca por parte de los consumidores.
Ahora, hablemos de los beneficios concretos que una identidad visual bien desarrollada puede aportar a tu marca. Una identidad visual profesional puede aportar a tu marca lo siguiente:
Una identidad visual se compone de unos elementos clave, como los son el logo, paleta de colores, tipografías, entre otros. Estos van a servir para representar tu marca y mostrarla al mundo. Los elementos principales son los siguientes:
El logotipo es la piedra angular de la identidad visual de una marca. Es la representación gráfica que la identifica de manera única y la distingue de otras. Ya sea un símbolo, un logotipo tipográfico o una combinación de ambos, el logotipo es ese primer elemento que comunica y transmite la esencia de tu marca.
La selección de tipografías para dar forma a tus textos debe reflejar el estilo y personalidad de tu marca, siendo este elemento unos de los más importantes en la construcción de la identidad visual de tu marca. Cada tipografía está diseñada para un objetivo específico y transmiten un sentimiento o emoción distintos, elegir la adecuada para tu marca será importante para la comunicación.
Los colores de una marca son esenciales, ya que se convierten en uno de los elementos más distintivos y memorables de cualquier marca. Son en esencia la tarjeta de presentación visual que se asocia rápidamente con una marca, por lo que su elección no debe tomarse a la ligera. Además, es importante mantener un equilibrio en la calidad de colores utilizados para evitar sobrecargar la identidad visual.
El estilo de las imágenes que uses para tu marca deben estar en sintonía con el resto de su identidad visual. Usar imágenes que no concuerden con el estilo pueden transmitir mensajes contradictorios y generar confusión a tu audiencia. Al momento de seleccionar las fotos para tu marca, puedes hacerte preguntas como: ¿es formal o informal?, ¿es juvenil o más seria?, ¿se alinea con los valores y personalidad de de tu mi marca?
Dentro de tu identidad visual debes tener en cuenta elementos complementarios. Y estos elementos son fondos, patrones, texturas, ilustraciones y demás recursos visuales que pueden enriquecer tu marca.
El packaging es una herramienta que permite consolidar la identidad de tu marca, sobre todo si se trata de un primer lanzamiento de tu producto. El packaging debe atraer la atención, transmitir eficientemente el valor del producto y servir como un vehículo comunicativo para la marca.
En Mind, tenemos más de 11 años diseñando la identidad visual de marcas que buscan crear conexiones cercanas con sus clientes, brindar grandes experiencias y generar emociones que te hagan saltar de la silla.
¿Cómo lo hacemos? Caminamos contigo paso a paso, escuchando y entendiendo tus ideas para transformarlas en algo tangible y reconocible para tus clientes. Al final tendrás una identidad visual con todo el ADN y los valores que hacen de tu marca lo que es.
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Como te diste cuenta, la identidad visual de tu marca es mucho más importante de lo que parece, ya que es la manera en la que te presentas a tus clientes y te diferencias en un mar de marcas que buscan crecer y hacerse notar.
Al momento de construir la identidad visual de tu marca ten en cuenta todos los elementos necesarios para lograrlo y poder disfrutar de los beneficios que su buena ejecución te puede ofrecer. No olvides la información que acabas de leer y empieza hoy con la creación de la identidad visual de tu negocio.